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10ª Entrevista: Natalia Márquez García. Directora gerente de la Agencia Andaluza de la Energía

Entrevista realizada por Victoria Muñoz de Texla Renovables

  La red de transporte y distribución eléctrica planteada por el Gobierno de España es hoy el principal cuello de botella para el desarrollo renovable de Andalucía   

La apuesta del Ejecutivo andaluz por las energías renovables está generando resultados tangibles: el 61% de la capacidad instalada para generación eléctrica en la región ya proviene de fuentes renovables. Este avance es clave para descarbonizar sectores estratégicos como la industria y el transporte, aún dependientes de combustibles fósiles y que necesitan vectores como el hidrógeno o el biogás/biometano para avanzar hacia un modelo más sostenible. 

Natalia Márquez, directora gerente de la Agencia Andaluza de la Energía, lo resume con optimismo: “Vamos sin duda por el buen camino”. 

Esta transición también supone un beneficio ambiental significativo: “Nuestra apuesta por las energías renovables ha contribuido a reducir un 42,5% las emisiones de CO2 asociadas al consumo de combustibles fósiles, evitándose 22,3 millones de toneladas en 2023 respecto a 2005”. 

No obstante, este avance enfrenta un desafío estructural: la insuficiencia del mapa actual de infraestructuras energéticas. Las redes de transporte eléctrico, esenciales para evacuar y aprovechar la energía generada, tienen un déficit que limita el crecimiento renovable. 

La inversión necesaria para modernizar estas infraestructuras depende del Gobierno central, lo que ha generado tensiones entre administraciones. “Nuestro liderazgo en renovables no será posible sin el desarrollo adecuado de las redes de transporte por parte del Estado”, advierte Márquez. 

Este debate no es solo técnico, sino estratégico, recordando que el éxito de la descarbonización requiere compromiso político, recursos locales y apoyo conjunto de todos los niveles de gobierno. 

En esta entrevista, Márquez desglosa, además, el papel transformador de las comunidades energéticas y las medidas para agilizar trámites burocráticos. También responde a las críticas al desarrollo renovable, destacando que los proyectos en tramitación ocupan solo el 0,32% del territorio andaluz, demostrando que el avance energético puede ser compatible con la preservación del entorno y un uso responsable del suelo.

Andalucía cuenta ya con una capacidad instalada de más de 12.500 MW en energías renovables ¿Qué valoración realiza de los nuevos límites del PNIEC 2023-2030, que elevan la reducción de emisiones del 32% al 42% y la aportación de renovables en la generación eléctrica del 74% al 81%? ¿Cómo contribuirá Andalucía a la consecución de estas metas revisadas recientemente? 

El Gobierno de la Junta, consciente del enorme potencial renovable de Andalucía para la descarbonización de la economía, viene priorizando en el ámbito de sus competencias una política energética propia, recogida en la ya mencionada Estrategia Energética de Andalucía 2030, enfocada a sacar el máximo partido a nuestros recursos. Y el resultado de esa política no puede ser más concluyente. Desde que Juanma Moreno asumió la Presidencia de la Junta en 2019, hemos logrado duplicar la potencia eléctrica renovable, hasta lograr a finales del primer semestre de este año un parque de 12.504 MW; siendo la energía fotovoltaica, con diferencia, la que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años, y la que, por su actual desarrollo tecnológico, puede aportar una mayor capacidad a un sistema generador de base renovable. Así, de los citados 12.504 MW de energía eléctrica renovable instalados a 30 de junio de este año, 6.907 MW proceden de instalaciones fotovoltaicas, lo que nos convierte en la primera comunidad autónoma en potencia fotovoltaica conectada a red a nivel nacional. 

Pero no estamos hablando solo de grandes plantas de generación. También el autoconsumo ha tenido un crecimiento notable en los últimos años. Las 151.700 instalaciones en funcionamiento registradas en Andalucía a fecha de junio de 2024 ya suponen el 16% de la potencia fotovoltaica instalada. Esto quiere decir que, con respecto a 2018 (8 MW), se ha multiplicado por 140 la capacidad instalada de generación para autoconsumo de hogares, empresas y de industrias. 

Sin duda, se trata de un crecimiento que continúa imparable y que es fundamental para que España pueda cumplir con los nuevos objetivos de reducción de emisiones y de generación eléctrica con renovables que se han incluido en la actualización del PNIEC para seguir avanzando en esa transición ecológica que afronta Europa. Sin embargo, para poder realmente aprovechar el potencial renovable con el que contamos, es fundamental que Andalucía cuente con más infraestructuras eléctricas para evacuar y transportar toda la energía que podemos generar. Y eso depende íntegramente del Gobierno de España. 

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“DESDE QUE JUANMA MORENO ASUMIÓ LA PRESIDENCIA DE LA JUNTA EN 2019, HEMOS LOGRADO DUPLICAR LA POTENCIA ELÉCTRICA RENOVABLE, HASTA LOGRAR A FINALES DEL PRIMER SEMESTRE DE ESTE AÑO UN PARQUE DE 12.504 MW” 

Las comunidades energéticas se están consolidando como un modelo de generación descentralizada, y la Agencia Andaluza de la Energía ha puesto este concepto también en el centro de su estrategia. ¿Qué beneficios destaca de estas comunidades y cómo pueden aportar valor a las zonas rurales y más desfavorecidas de la región? ¿Qué es lo que está impidiendo que se desarrollen del todo? 

En nuestra Comunidad, el 67% de los municipios tiene menos de 5.000 habitantes y pertenece al entorno rural, por lo que tienen que hacer frente a importantes desafíos como su vulnerabilidad frente a los factores climáticos, la pérdida de población o la escasez de oportunidades laborales. Y las comunidades energéticas, de la mano de las energías renovables, se proyectan como aliadas estratégicas para abordar la transición energética en estas zonas, perfilando un horizonte de futuro para nuestros pueblos y comarcas, con un impacto positivo en su crecimiento y desarrollo. En Andalucía tenemos la suerte de contar con experiencias de buenas prácticas que han sido reconocidas a nivel nacional y europeo, y que están sirviendo de modelo para otras regiones, como el caso de Monachil en Granada o Arroyomolinos de León en la provincia de Huelva. Pero es verdad que, aunque las comunidades energéticas se están arraigando con fuerza, todavía nos queda mucho camino por andar. ¿Qué impide su completo desarrollo? Que todavía existe un gran desconocimiento sobre esta figura y que falta un marco regulador a nivel nacional que, por un lado, arroje más claridad en cuanto a los derechos y obligaciones de las comunidades de energías y, por otro, les permita desplegar plenamente las actividades que prevén las dos directivas europeas de mercado interior de electricidad y de energías renovables sin recibir un trato discriminatorio respecto a otros agentes del mercado energético. 

Por nuestra parte, y dentro de las actuaciones incluidas en el programa específico para el desarrollo de comunidades energéticas recogido en la Estrategia Energética de Andalucía 2030, desde la Agencia Andaluza de la Energía realizamos labores de asesoramiento y apoyo a ayuntamientos, diputaciones y otras entidades locales. Hemos elaborado una guía jurídica específica sobre cómo constituir una comunidad energética; también mantenemos un grupo de trabajo activo para su impulso bajo el paraguas de la Mesa para el Autoconsumo en Andalucía, la cual coordinamos. Y, de cara al próximo marco comunitario 2021-2027, las incluiremos como beneficiarias de las nuevas líneas de ayudas. 

 

¿Qué medidas se han implantado para impulsar la simplificación y racionalización administrativa para facilitar el autoconsumo y reducir la burocracia? ¿Se han logrado avances en la agilización de las ayudas que gestiona la Agencia relacionadas con el autoconsumo, rehabilitación energética y el Plan MOVES? 

Dentro de la enorme labor desarrollada por el Gobierno andaluz en aras de avanzar en simplificación administrativa para favorecer la actividad económica empresarial, con cuatro decretos de simplificación aprobados, hemos incluido específicamente medidas para favorecer el autoconsumo eléctrico con renovables, con una tramitación más sencilla dado que se eleva de 100kW a 500 kW las instalaciones que se pueden beneficiar de una tramitación de la autorización de explotación más ágil y elevando también de 100 kW hasta 500 kW las instalaciones que, en suelo urbano, pueden quedar sujetas a declaración responsable, sin obligación de licencia municipal. Esto favorece la tramitación de grandes instalaciones de autoconsumo, más propias del sector industrial y empresarial, ampliando así su protección de cara a contrarrestar el incremento de precios de la energía. Además, aunque la regulación específica para el autoconsumo es de ámbito nacional, desde Andalucía, a través de la Asociación Nacional que integra a las Agencias Energéticas (AGENER), somos especialmente activos en los grupos de trabajo que el Ministerio ha instrumentado para mejorar su regulación. 

Respecto a la agilización de las ayudas que gestiona la Agencia Andaluza de la Energía, el Gobierno andaluz se ha visto obligado a realizar un enorme esfuerzo, destinando sus propios recursos a la aplicación de medidas de simplificación, digitalización y refuerzo de personal con las que agilizar todo lo posible la resolución y pago de los incentivos que indica. Porque no podemos olvidar que se trata de unos programas diseñados en exclusiva por el Gobierno de España sin contar con las comunidades autónomas, a pesar de ser estas las encargadas de gestionarlos, con numerosas dificultades, una enorme carga burocrática y complejidad técnica que no facilitaba que la tramitación fuera ágil. Pero, gracias a ese esfuerzo realizado en Andalucía, hasta el propio IDAE reconoce que, por ejemplo, en los Programas de Autoconsumo y MOVES III, que son los que mayor volumen de expedientes tramitan y los que más directamente afectan al ciudadano, nuestra comunidad está entre las primeras que más importes de ayudas han resuelto. 

 

Uno de los pilares de la Estrategia Energética de Andalucía es la rehabilitación energética de edificios y la mitigación de la pobreza energética. Con un porcentaje significativo de la población andaluza en situación vulnerable, ¿cómo se equilibrará el objetivo de reducir las emisiones de carbono con la necesidad de garantizar un acceso justo y asequible a la energía? ¿Qué mecanismos de control se están implementando para que las ayudas y subvenciones lleguen de manera eficaz a los colectivos más vulnerables? 

Debido a la antigüedad de nuestro parque edificatorio, en Andalucía todavía requerimos del uso de mucha energía para mantener unas adecuadas condiciones de salubridad y confort en nuestras casas, oficinas, locales, etc. Circunstancia que se ve agravada en viviendas de colectivos vulnerables afectados por la pobreza energética. La reducción de este consumo y, por tanto, de emisiones de carbono, sólo puede hacerse de la mano de la rehabilitación energética, entendida en su sentido más amplio, llevando a cabo actuaciones de ahorro y eficiencia energética, de aprovechamiento de renovables y de mejora de la gestión que hacemos de la energía. 

Por eso, la Junta, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, viene financiando a través de distintos programas de ayudas la mejora energética de los hogares y empresas andaluzas para que puedan contar con la energía que necesitan, pero al menor coste posible y de la manera más respetuosa con el medio ambiente. Actualmente estamos preparando el nuevo paquete de incentivos para uso eficiente de la energía, financiado con fondos FEDER del marco 2021-2027, dirigido a ciudadanos, empresas, entidades del tercer sector, comunidades de energía renovables y entidades locales. Donde, además, contemplaremos mecanismos de financiación específicos para los colectivos vulnerables, por ser, precisamente, quienes tienen más dificultades para poder hacer frente a las inversiones iniciales que hacen falta para rehabilitar energéticamente sus viviendas. 

Asimismo, desde la Agencia también hemos buscado soluciones innovadoras de bajo coste para luchar contra la pobreza energética a través del proyecto europeo POWERTY, cuya finalidad era facilitar el acceso a las energías renovables a colectivos vulnerables. Así, en colaboración con la Asociación Torreblanca Ilumina ayudamos a poner en marcha la primera comunidad energética creada en un entorno vulnerable para suministrar electricidad renovable en este barrio sevillano. Gracias a esta experiencia piloto, que sirve de ejemplo para otras posibles iniciativas, 14 familias tienen electricidad gratuita a partir de dos instalaciones de energía solar fotovoltaicas de autoconsumo ubicadas en las cubiertas de colegios públicos de la zona que también reciben energía y que les está permitiendo ahorrar un 40% de su factura eléctrica. 

 

La sede de la Agencia Andaluza de la Energía es ya el primer edificio de consumo “casi nulo” del Parque Científico y Tecnológico de la Cartuja, ¿qué balance realiza hasta la fecha del Plan para el ahorro energético de la Junta de Andalucía? 

Efectivamente, nuestra sede, ubicada en el que fuera el pabellón de Portugal de la Exposición Universal de 1992, que no hay que olvidar que nació para tener una vida útil de seis meses y que contaba con una letra C en eficiencia energética, tiene hoy la calificación energética A y es el primer edificio de consumo “casi nulo” del Parque Científico y Tecnológico de la Cartuja, gracias a las obras de rehabilitación energética que hemos realizado. Estas se han centrado en la eficiencia energética, la implementación de fuentes de energía renovable y en un sistema para el seguimiento, control y optimización de los parámetros. 

Las actuaciones llevadas a cabo en nuestro edificio son un claro ejemplo de lo que pretendemos con el Plan de Ahorro Energético de la Junta de Andalucía 2026, con el que el Gobierno de la Junta de Andalucía quiere reducir un 12% el consumo energético de la Administración con respecto a 2021 y evitar la emisión a la atmósfera de unas 32.300 toneladas de CO2 anuales. Ambos objetivos están alineados con la Estrategia Energética de Andalucía 2030 y se centran en impulsar el liderazgo de la Administración Autonómica en la optimización de los recursos energéticos de sus sedes administrativas y edificios públicos, y en maximizar el uso de energías renovables.Y puedo decirles que, tras la evaluación que hemos realizado desde la Agencia de los primeros meses de aplicación de este Plan, estando actualmente en proceso una segunda, el balance ha sido más que positivo. La Administración andaluza ha conseguido un ahorro energético de 15.000 megavatios hora al año (MWh/año), equivalente al consumo de 48.000 hogares en un mes, que conlleva una reducción cercana a los 5,6 millones de euros en su factura eléctrica, evitando además la emisión de 3.867 toneladas de CO2 a la atmósfera, que se corresponderían con retirar de la circulación 2.100 vehículos. 

Quiero poner en valor que este Plan también está orientado a concienciar. Porque, para reducir el consumo, es necesario que las personas usuarias de los edificios tengan un comportamiento responsable, para lo cual resulta fundamental una adecuada formación y sensibilización. Por eso, una de las medidas contempladas es la elaboración por parte de la Agencia Andaluza de la Energía de un Manual de buenas prácticas dirigido al personal empleado público de la Junta de Andalucía, con pautas generales de comportamiento y empleo de las instalaciones a nivel de usuario, que ya ha sido distribuido entre todo el personal, habiéndose realizado también un webinar formativo con el Instituto Andaluz de Administración Pública. 

Foto de Natalia Márquez García

Hablamos de uno de los vectores energéticos más importantes en la actualidad: el hidrógeno. Con la reciente incorporación de Andalucía a Hydrogen Europe, ¿qué oportunidades específicas ve para la región en el desarrollo del hidrógeno verde? 

Con la incorporación de la Agencia Andaluza de la Energía como miembro de ‘Hydrogen Europe’, la principal organización europea del sector que reúne a empresas, asociaciones nacionales, organizaciones no gubernamentales, entidades públicas y otras organizaciones relevantes para impulsar el desarrollo de tecnologías limpias de hidrógeno y pilas de combustible, ahora podemos aportar la visión de Andalucía en los principales centros de toma de decisión europeos. 

Porque nuestra Comunidad está realizando una apuesta estratégica por el hidrógeno verde. En Andalucía tenemos identificados 23 proyectos que suman una potencia de 3,7 GW, que equivale a un tercio del objetivo revisado para el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Sin duda, una aspiración ambiciosa que posicionará a Andalucía como líder en la transición hacia una economía verde y sostenible. 

Contamos con dos instrumentos para generar todo un ecosistema industrial en torno al hidrógeno para no limitarnos sólo a su producción y exportación: la Alianza Andaluza para el Hidrógeno Verde, donde hay más de 150 agentes implicados y seis grupos de trabajo que han logrado avances en la identificación de las necesidades formativas en el sector, la creación del Mapa de la red de entidades por el hidrógeno verde en Andalucía o la elaboración de la primera guía de tramitación de instalaciones de hidrógeno; y la Hoja de Ruta nacida en el marco de esta Alianza, con 34 medidas concretas destinadas a convertirnos en una región referente en hidrógeno verde. 

También mantenemos relaciones internacionales que hemos intensificado en los últimos meses con regiones como Baden-Wurtemberg, Sajonia, Baviera, Renania y Hamburgo, además de Países Bajos, Japón y China. Regiones y países altamente industrializados cuyas empresas tienen hoy el foco puesto en Andalucía y en nuestras empresas ligadas al hidrógeno verde. 

Una de las áreas clave donde hay que actuar para cumplir con los objetivos climáticos es el despliegue masivo de infraestructuras ¿Cómo está gestionando la Junta de Andalucía el reto de expandir y reforzar el mapa de infraestructuras energéticas en la comunidad para integrar nuevas plantas renovables y evitar también la congestión en la red? 

Como ya he señalado, Andalucía tiene una posición privilegiada para liderar la transición energética, contando ya con 12.504 MW de potencia eléctrica renovable instalada, así como con una gran cartera de proyectos para continuar con despliegue de energías limpias, ya que, actualmente, la Consejería de Industria, Energía y Minas está tramitando expedientes correspondientes a proyectos de diferentes tecnologías renovables por una potencia total de 14.000 MW. Pero pese a estos resultados, la planificación y ejecución de la red de trasporte y distribución eléctrica planteada por el Gobierno de España es hoy el principal cuello de botella para el desarrollo renovable de Andalucía. Es necesario que desde el Estado se apoye el desarrollo de la red de infraestructura eléctrica con una inversión proporcional a nuestra población, extensión y capacidad de generación renovable.

Aunque partimos de una densidad de red un 40% inferior al promedio peninsular, el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026, actualmente vigente, asignó solo el 7,4% de su inversión a Andalucía. Situación que no ha mejorado en 2024 con las modificaciones puntuales realizadas por el Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico el pasado mes de abril, en las que apenas se valoraron las necesidades andaluzas. 

Para la nueva planificación hasta 2030, el Gobierno de Andalucía ha propuesto, tras un riguroso análisis de nuestras necesidades y capacidades, inversiones por valor de 544 millones de euros para mejorar la red, especialmente en las áreas que continúan como las más deficitarias de la Península, como Jaén o el norte de las provincias de Córdoba y Huelva. Nuestro liderazgo en renovables no será posible sin el desarrollo adecuado de las redes de transporte por parte del Estado. 

“A DÍA DE HOY, LA SUPERFICIE ESTIMADA DE LOS PROYECTOS ACTUALMENTE EN TRAMITACIÓN POR PARTE DE LA CONSEJERÍA DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y MINAS SUMA 48.000 HECTÁREAS, EL 0,32% DEL TERRITORIO ANDALUZ Y EL 0,66% DEL TERRENO CULTIVABLE, LO QUE SUPONEN DATOS MUY BAJOS DE OCUPACIÓN” 

Según una encuesta reciente de GAD3, más de la mitad de los españoles está en contra de que las placas fotovoltaicas se instalen en tierras de cultivo. En contraposición, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya reveló recientemente, que las instalaciones energéticas ocupan en España una superficie equivalente al 0,2% de la superficie agraria útil. ¿Sigue siendo un desafío divulgar correctamente los beneficios de las energías renovables y la realidad que el sector está generando para cambiar las percepciones? ¿Qué papel juega la Consejería de Industria, Energía y Minas y, en particular, la Agencia Andaluza de la Energía, para educar a los ciudadanos y mostrar los beneficios ambientales, económicos y sociales de esta transformación? 

La prioridad del Gobierno andaluz es que nuestra comunidad sea referente de transición energética de la mano de las energías verdes; una aspiración que es compatible con la protección de la biodiversidad, el paisaje y el medio natural. Y así lo transmitimos, y lo seguiremos haciendo, desde la Junta de Andalucía para eliminar cualquier posible duda o desinformación sobre el modelo de desarrollo de las renovables en nuestra tierra. Porque la tramitación de todos los proyectos pasa por el cumplimiento escrupuloso de la normativa, además de ser un procedimiento participativo, garantista y transparente. A día de hoy, la superficie estimada de los proyectos actualmente en tramitación por parte de la Consejería de Industria, Energía y Minas suma 48.000 hectáreas, el 0,32% del territorio andaluz y el 0,66% del terreno cultivable, lo que suponen datos muy bajos de ocupación. 

Pero, además de trasladar a la ciudadanía que el desarrollo en nuestro territorio de proyectos de energías renovables es absolutamente compatible con la protección del medio ambiente, existiendo estudios que demuestran que pueden llegar incluso a generar hábitats que están permitiendo la recuperación de determinadas especies, consideramos crucial que los andaluces conozcan el papel decisivo que tienen las energías limpias en la reducción de los efectos del cambio climático, en su capacidad para atraer riqueza y empleo y en la vertebración de nuestro territorio. 

Por eso, en todas las políticas y actuaciones que lleva a cabo la Consejería de Industria, Energía y Minas, en la que se encuadra la Agencia, el componente divulgativo sobre los beneficios de las renovables siempre está presente.

Entrevista realizada por Victoria Muñoz de Texla Renovables

 

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