15ª Entrevista: Santiago Gómez Ramos. Presidente de APPA Renovables

Entrevista realizada por Victoria Muñoz de Texla Renovables

  Tan importante como instalar renovables es integrarlas con eficacia. Necesitamos una red eléctrica más flexible, almacenamiento y digitalización   

 

 Cautela. Esa es la reflexión que pide Santiago Gómez, Presidente de APPA Renovables —la patronal que agrupa a más de 300 empresas del sector— frente al apagón del 28 de abril. Reclama “no más 

especulaciones” y, sobre todo, evitar situar a las renovables en el epicentro del debate político: “son la solución, no el problema”. Y, por supuesto, urge confiar en quienes tienen la experiencia técnica para investigar a fondo y explicar lo ocurrido. 

Pero el apagón, a pesar del caos informativo y las fake news, ha dejado una lección positiva: ha colocado en primer plano la necesidad de reformar a fondo el sector para integrar con mayor seguridad las energías limpias. Esto exige no solo marcos normativos sólidos, sino también una coordinación estrecha entre instituciones y empresas. 

En ese contexto, el almacenamiento se erige como el eje estratégico: imprescindible para edificar un sistema eléctrico más estable, flexible y equilibrado. Pero no basta con desplegar baterías o estaciones de bombeo: tenemos que reforzar nuestras interconexiones, modernizar la red para adaptarla al nuevo mix energético, acelerar la electrificación de los usos fósiles y potenciar la flexibilidad de la demanda. Solo así avanzaremos con garantías hacia la descarbonización, como subraya Santiago Gómez. 

En esta entrevista para CLANER repasamos cómo España cerró 2024 con un 56,8% de generación renovable y analizamos los retos que quedan por delante para cumplir el PNIEC. Hablamos, también de electrificación industrial, autoconsumo, volatilidad de mercado, así como del papel de la inteligencia artificial y las tecnologías gestionables en un mix verdaderamente equilibrado. Sus respuestas trazan, sin duda, el camino hacia un sistema eléctrico más flexible, resiliente y comprometido con la transición energética. 

Tras el apagón del 28 de abril, algunas voces han señalado la alta penetración de energías renovables como un factor que podría haber contribuido a la inestabilidad del sistema eléctrico. ¿Cuál es la postura de APPA Renovables respecto a estas afirmaciones y cómo considera que deben integrarse las renovables para garantizar la estabilidad del sistema?

En primer lugar, es importante dar tiempo a los técnicos para que averigüen qué es exactamente lo que ha sucedido. Es un incidente que no hemos experimentado en décadas, por lo que, hoy por hoy, se trata de un suceso aislado y así debemos investigarlo y tratarlo. Desde aquí quiero aprovechar para felicitar a los técnicos del operador del sistema, así como el del resto de empresas implicadas, por la rápida reposición del suministro. 

Sobre el apagón en sí, las energías renovables estaban generando el 79% de la demanda de electricidad en ese momento, como ya había ocurrido en otras ocasiones, y eso ha hecho que se señalen como culpables, igual que si en ese momento hubiera estado generando el 80% la nuclear se culpabilizaría a la nuclear. Pero esto no es un argumento lógico. Debemos averiguar qué fue lo que sucedió y actuar para que no se repita. Las renovables son el futuro, y la fotovoltaica es una tecnología importante de este modelo. No es un debate político como nos quieren hacer creer, en todo el mundo la evolución es similar, aunque es cierto que en España hemos sido pioneros. Lo ocurrido nos debe animar a acelerar las medidas que nos permitan integrarlas con más seguridad y estabilidad. En lugar de retroceder, hay que avanzar hacia una red adaptada al nuevo mix energético, donde la gestión digital, el almacenamiento y tecnologías como el grid-forming sean elementos clave para garantizar un sistema robusto y resiliente. 

DEBEMOS AVERIGUAR QUÉ FUE LO QUE SUCEDIÓ Y ACTUAR PARA QUE NO SE REPITA. LAS RENOVABLES SON EL FUTURO, Y LA FOTOVOLTAICA ES UNA TECNOLOGÍA IMPORTANTE DE ESTE MODELO 

Dado que el incidente ha puesto de manifiesto posibles debilidades en la infraestructura eléctrica, ¿qué medidas propone APPA Renovables para fortalecer la red y asegurar una transición energética que mantenga la fiabilidad del suministro eléctrico? 

Casi todos los actores del sector eléctrico llevamos pidiendo algunas medidas desde hace ya varios años: mayor capacidad de 

almacenamiento, inversiones en la infraestructura de red, aumento de las interconexiones o impulso de la flexibilidad de la demanda. Desde APPA Renovables, también destacamos dos aspectos que entendemos cruciales: el primero, la electrificación de nuestro modelo energético, satisfaciendo con electricidad renovable los usos fósiles que podamos electrificar a corto plazo; el segundo, un equilibrio entre las tecnologías renovables, existen tecnologías renovables gestionables que aportan firmeza como la hidráulica, la biomasa eléctrica o la solar termoeléctrica. Es importante que avancemos hacia los objetivos renovables, que no son sólo españoles, son de toda Europa, de una forma equilibrada. 

Santiago Gomez Ramos

 

España cerró 2024 con un 56,8% de generación renovable, un récord que marca un momento clave. ¿En qué punto diría que se encuentra el sector? ¿Estamos avanzando al ritmo necesario para cumplir el PNIEC, o existe un desfase entre la capacidad instalada y su integración efectiva en el sistema? 

Estamos ante un momento ilusionante y lleno de retos. Acercarnos a ese 57% de generación renovable no sólo es un récord, es la mejor prueba de que el cambio de modelo energético es una realidad y 

estamos en el camino correcto, porque nos permite reducir las emisiones y, lo que es más importante para nuestra economía, nuestra dependencia de las importaciones fósiles. Ahora bien, tan importante como instalar renovables es integrarlas con eficacia. Para ello necesitamos una red eléctrica más flexible, almacenamiento, digitalización y una tramitación más ágil. Avanzamos, sí, pero tenemos que seguir empujando para cumplir los objetivos del PNIEC o, al menos, recorrer la mayor parte del camino hacia esas metas sin olvidar que el objetivo final es la descarbonización, y que la electrificación de la demanda energética es fundamental para avanzar.

En el contexto de la electrificación, una de las grandes demandas del sector y de los grandes retos de la transición energética, la Junta de Andalucía acaba de anunciar 400 millones en ayudas para la mejora energética de la industria, mientras que los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) ya acumulan cerca de 800 GWh. ¿Cree que estos instrumentos –ayudas directas e incentivos basados en el ahorro certificado– son herramientas eficaces para acelerar la electrificación del tejido productivo? ¿Qué condiciones deberían cumplirse para que tengan un impacto real y estructural en la descarbonización industrial? 

Sin duda, son herramientas útiles si se aplican con agilidad y visión de largo plazo. Desde la Asociación hemos presentado este año el informe “El Momento de la Electrificación: Energía Renovable para una Economía Competitiva”. Y las conclusiones son demoledoras, hogares e industrias pueden obtener importantes ahorros a medio y largo plazo si apuestan por la electrificación. Por poner un ejemplo, un hogar electrificado ahorra más de 1.400 euros al año, evidentemente debe realizar inversiones iniciales, pero a la larga compensa. No se trata únicamente de una cuestión medioambiental, sino también económica y de competitividad. 

La industria necesita apoyo para electrificarse, ganar eficiencia y aprovecharse de un mix de generación eléctrico ya bastante limpio 

para contribuir a la descarbonización. Tanto las ayudas, como los CAEs pueden ser palancas importantes para ello. Pero para que funcionen de verdad, deben llegar rápido, con trámites sencillos y bien orientadas a proyectos transformadores. La electrificación de la industria es una oportunidad real para modernizar nuestro tejido productivo y hacerlo más competitivo y limpio. 

El último informe de APPA sobre autoconsumo fotovoltaico refleja una caída del 26,3% respecto a 2023. Esto supone un claro retroceso respecto al impulso logrado en años anteriores. ¿Qué factores están detrás de esta caída y qué palancas habría que activar de forma inmediata para recuperar la senda de crecimiento? 

Venimos de años de crecimiento muy intenso y tanto 2023 como 2024 han sido años de reajuste. Ha influido la incertidumbre regulatoria, el fin de las ayudas europeas de 2022 y cierta sensación, irreal, de que los precios eléctricos se han relajado. Pero el potencial del autoconsumo en nuestro país sigue intacto. Para reimpulsarlo, necesitamos estabilidad normativa, eliminar trabas administrativas y facilitar el acceso a financiación, para garantizar que los hogares e industrias que deseen apostar por el autoconsumo, puedan hacerlo. Con estos elementos, volveremos a ver cifras muy positivas, especialmente en el ámbito industrial, donde la mejora en la competitividad es clara. 

LA ELECTRIFICACIÓN DE LA INDUSTRIA ES UNA OPORTUNIDAD REAL PARA MODERNIZAR NUESTRO TEJIDO PRODUCTIVO Y HACERLO MÁS COMPETITIVO Y LIMPIO” 

La volatilidad del mercado eléctrico se ha convertido, también, en un factor crítico que condiciona la viabilidad de muchos proyectos renovables. ¿Qué tipo de herramientas regulatorias o de mercado podrían introducirse para dotar al sector de mayor estabilidad y previsibilidad? 

El mercado es más variable que volátil, entendiendo esa variabilidad como un cambio dentro de unos parámetros ya conocidos. Sabemos, con un alto grado de probabilidad, que el precio de las horas centrales de un día soleado rondará ciertos valores, y que subirá entre determinadas horas por la tarde. Aún así, es cierto que hay grandes cambios en el precio del mercado a lo largo del día, más aún a largo plazo. La transición energética necesita certidumbre. Herramientas como subastas bien diseñadas o esquemas de respaldo para tecnologías gestionables pueden ayudar mucho. También una mejor planificación de red y mecanismos que reconozcan el valor del almacenamiento y la flexibilidad. Estabilidad y señales claras que permitan la inversión: eso es lo que necesitan las renovables para seguir creciendo con fuerza. 

El almacenamiento energético es pieza clave para el buen funcionamiento del sistema eléctrico pero España cuenta 3,3 GW de almacenamiento frente a los 22,5 GW marcados como objetivo para 2030. ¿Qué cambios serían clave para activar de verdad este sector? 

El almacenamiento es el gran aliado de las renovables, pero no debemos olvidar que no crea demanda, simplemente la traslada de unas horas a otras. Me explico: si esperamos que la demanda aumente entre un 34% y un 40% en los próximos años y no lo hace, veremos un desequilibrio entre oferta y demanda que no se solucionará con el almacenamiento. Es necesario también que apostemos de forma decidida por la electrificación de usos fósiles. Volviendo al almacenamiento necesitamos un marco claro que defina su papel, que facilite los proyectos y que los haga viables económicamente. Invertir en almacenamiento no es un gasto: es garantizar un sistema más estable, flexible y equilibrado. Con las señales adecuadas, este sector puede despegar en los próximos años.

La lentitud administrativa sigue siendo otro cuello de botella que frena el desarrollo de nuevas instalaciones, ¿qué soluciones concretas cree que habría que implantar para agilizar los trámites sin comprometer la rigurosidad ambiental? 

La protección ambiental y la agilidad administrativa no son incompatibles. Con recursos suficientes en las administraciones, digitalización, ventanillas únicas y criterios comunes, se puede acelerar sin perder garantías. Llevamos años proponiendo soluciones desde el sector y ahora es el momento de implementarlas. El tiempo es clave para el cumplimiento del PNIEC y para mantener la confianza inversora. Debemos ser rigurosos con las normas, pero no permitir que la preocupación ambiental, que en ocasiones oculta intereses ilegítimos, paralice el desarrollo renovable. Por supuesto, hay que actuar bien, pero sabiendo que la ciencia nos dice que no actuar es más costoso, en precio y en valor ambiental, que actuar. 

LA PROTECCIÓN AMBIENTAL Y LA AGILIDAD ADMINISTRATIVA NO SON INCOMPATIBLES. CON RECURSOS SUFICIENTES EN LAS ADMINISTRACIONES, DIGITALIZACIÓN, VENTANILLAS ÚNICAS Y CRITERIOS COMUNES, SE PUEDE ACELERAR SIN PERDER GARANTÍAS 

APPA ha sido muy clara en su defensa de un mix renovable equilibrado. ¿Qué acciones se necesitan para que tecnologías como la biomasa eléctrica o el biometano no queden relegadas frente a la solar y la eólica? 

Cada tecnología renovable tiene su papel. La biomasa y el biometano son esenciales por su capacidad de gestionabilidad y su vínculo con la economía circular y el entorno rural. Los gases renovables son fundamentales para descarbonizar el sector gasista y, en general, toda la economía, porque pueden utilizarse en las infraestructuras actuales y en los procesos existentes. La biomasa eléctrica, en un escenario de cierre de centrales nucleares, debería ser fundamental para evitar que ese cierre se traduzca en mayor consumo de gas y mayores emisiones, así como para estabilizar la red y gestionarla eficazmente. Para que no queden relegadas, necesitan reconocimiento institucional, retribución adecuada y una regulación que favorezca su desarrollo. Si queremos un sistema 100% renovable, lo necesitaremos todo: sol, viento… y también moléculas verdes. 

En muchas comunidades autónomas están surgiendo resistencias sociales a proyectos renovables por su impacto territorial. Hoy desde las administraciones se hace bastante hincapié en la denominada Licencia Social Operativa ¿Cómo puede el sector mejorar su relación con los territorios y comunidades locales? ¿Está la participación ciudadana siendo bien gestionada? 

La aceptación social es uno de los grandes retos, y también una gran oportunidad. Escuchar a los territorios, compartir beneficios, adaptar los proyectos y explicar el “para qué” de cada instalación son claves. Desde el sector renovable estamos comprometidos con una transición justa e inclusiva, donde los beneficios lleguen a todos. Y eso pasa, sí o sí, por construir confianza con las comunidades. Partiendo de esta base, yo pediría también un mayor compromiso político. Los objetivos de descarbonización, seguridad energética y renovables son metas de toda la sociedad. Por supuesto que las empresas tienen unos intereses económicos legítimos, pero en el sector renovable actuamos dentro de un esquema acordado a nivel europeo y nacional, que son las metas a 2030 y 2050. Las administraciones y los grupos políticos deben ayudar a ese entendimiento entre la sociedad civil y las renovables, y no posicionarse, como en ocasiones ocurre, de forma populista, al frente de la manifestación. 

Últimamente habla mucho de innovación. De hecho, el 91% de empresas energéticas plantea aumentar su inversión en esta área estratégica ¿Qué áreas considera prioritarias de mejora para el sector renovable? 

La innovación es el motor de todo este cambio. En renovables, tenemos muchos frentes: almacenamiento, hibridación, digitalización, flexibilidad de la demanda, integración sectorial… Pero también innovación social, regulatoria y de modelos de negocio. La forma en la que funciona hoy el autoconsumo era impensable hace algunos años, y seguro que en unas décadas nos parecerá irreal que el autoconsumo industrial se vea obligado a paralizar su generación con soluciones antivertido. Tenemos que dedicarle un esfuerzo adicional a anticiparnos a los retos y construir el mix energético que deseamos. El futuro del sector pasa por seguir mejorando, diversificando y adaptándonos a nuevas realidades.

Santiago Gomez Ramos

A colación de esto, la inteligencia artificial está ganando terreno en la gestión de redes, predicción de generación renovable y optimización del consumo. ¿Qué papel cree que jugará la IA en el desarrollo del nuevo modelo energético y qué barreras existen hoy para su adopción masiva en el sector.

La inteligencia artificial será clave para optimizar redes, prever generación, gestionar consumos y mejorar la eficiencia del sistema. Ya estamos viendo avances importantes, pero aún hay barreras: desde la integración con sistemas existentes hasta la formación de los profesionales. Lo importante es que estamos en el camino, y que con la IA podemos dar un salto cualitativo en la gestión energética del país. Renovables, digitalización e inteligencia artificial son las baldosas que forman el camino hacia un sistema energético más limpio, inteligente y sostenible.

 

Entrevista realizada por Victoria Muñoz de Texla Renovables

 



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