13th Interview: Rafael Luque Berruezo. CEO at ARIEMA and member of the technical committee of the National Green Hydrogen Congress

Entrevista realizada por Victoria Muñoz de Texla Renovables

  El principal reto es que el hidrógeno verde tenga compradores  

 

Informes recientes, como el Energy Transition Outlook de DNV, proyectan que España podría exportar aproximadamente 1,7 millones de toneladas de hidrógeno verde al año dentro de Europa para 2050, consolidándose como el principal polo de hidrógeno verde de la Unión Europea. Andalucía, juega un papel importante en esa instantánea, ya que es la segunda comunidad de la península con más proyectos de hidrógeno verde, un total de 39 iniciativas, de las cuales 18 son de producción, según el último censo de la Asociación Española del Hidrógeno. Sin embargo, para alcanzar este objetivo, es crucial no solo ampliar la capacidad de producción, sino también garantizar una demanda sólida que haga viable su despliegue. 

Rafael Luque conoce de cerca tanto las oportunidades como los desafíos del que es ya el vector energético que más titulares copa en la actualidad. No en vano lidera a la primera empresa en España que fabrica electrolizadores con tecnología propia. Todo un hito en un sector que tiene excesiva dependencia tecnológica del exterior. Subvencionar la producción de hidrógeno en base a comprar los equipos fuera no es el camino, “lo más importante es favorecer la tecnología nacional y la fabricación en España”. 

Sin embargo, la verdadera asignatura que conviene aprobar con nota ahora es la de generar demanda, es decir: que exista un mercado dispuesto a consumirlo. Y en este desafío, el papel de las administraciones es determinante como subraya Rafael Luque en esta entrevista para Claner. 

A pesar de las incertidumbres que se ciernen en el sector, Luque envía un mensaje claro: el hidrógeno verde será rentable y jugará un papel crucial en la transición energética, pero su desarrollo exige un respaldo institucional decidido, y una estrategia clara que apueste por la innovación nacional. En su opinión, con una visión a largo plazo y el compromiso adecuado, España, y por ende Andalucía, tienen la oportunidad de transformar el hidrógeno en un pilar fundamental de la economía descarbonizada.

El Congreso Nacional de Hidrógeno Verde ha superado los 1.300 participantes en su tercera edición, consolidándose como un referente en el sector. Como miembro del comité técnico, ¿qué factores clave están impulsando el crecimiento del hidrógeno como vector energético? ¿Qué papel desempeñan las administraciones en este auge? 

El Congreso Nacional del Hidrógeno Verde ha logrado mejorar los ya buenos resultados de su primera edición, apoyándose en gran medida en la situación de Huelva como un gran polo de desarrollo de este sector. Las expectativas del hidrógeno como un importante vector energético son muy elevadas porque la descarbonización necesaria para la viabilidad de nuestro planeta no puede hacerse sólo con renovables y electricidad. El hidrógeno verde es imprescindible en muchas aplicaciones, como por ejemplo en la fabricación de fertilizantes, y compite con la electricidad en otras, como la movilidad cuando el tiempo de repostaje es importante. 

De otro lado, y contestando a la última pregunta, el papel de las administraciones en el auge del hidrógeno es de enorme trascendencia. La energía es imprescindible para el desarrollo social y económico, por esa razón las administraciones han financiado infraestructuras energéticas como las redes eléctricas o las redes de gas natural. La descarbonización no es barata, y sólo las administraciones, por la vía de la subvención y/o de la obligación, pueden hacerlo posible a la velocidad que se pretende; y además una acertada planificación favorecerá un despliegue más rápido, eficiente y a menores costes, que además debería incentivar que nuestro país retenga el mayor valor económico…que está en el diseño y fabricación de los equipos principales. 

“ LA DESCARBONIZACIÓN NO ES BARATA, Y SÓLO LAS ADMINISTRACIONES, POR LA VÍA DE LA SUBVENCIÓN Y/O DE LA OBLIGACIÓN, PUEDEN HACERLO POSIBLE A LA VELOCIDAD QUE SE PRETENDE ”

En el año 2021 se hablaba de desplegar 70 GW de electrolizadores para 2030 y hoy esa cifra baja a 12 GW que llevarán una inversión de 30.000 millones de euros. ¿Estas cifras son ahora más realistas? ¿Podemos hablar de que la burbuja de proyectos de hidrógeno ha desaparecido como destacaba recientemente Javier Brey, presidente de la Asociación Española de Hidrógeno Verde? 

El hidrógeno verde es un mercado que va a ser enorme, pero que empieza prácticamente desde cero. Por esa razón las estimaciones, en dinero o en potencia, son muy difíciles y tendrán un margen de error importante. En el caso de los electrolizadores, la previsión que se hizo por parte de nuestro Gobierno en el PNIEC, 12 GW, me parece razonable, aunque optimista en los plazos, mientras que las estimaciones basadas en el anuncio de proyectos, esos 70 GW, están influenciadas por algunos proyectos poco viables que se han anunciado e incluso han solicitado subvenciones… pero que no van a llevarse a cabo. En mi opinión, la situación es que no cabe duda de que el hidrógeno verde va a venir; basta con ver que sus competidores naturales, las empresas de energía fósil, son las que más rápidamente se están reconvirtiendo para adaptarse al hidrógeno verde (como Enagas o Cepsa-Moeve en España). La incertidumbre está en los plazos, porque éstos dependen del apoyo de las administraciones en España y Europa.

Presentación de nuevos equipos de electrolisis de ARIEMA en Zafra el pasado mes de febrero.

El sector sigue pidiendo una reducción de la carga administrativa y de los trámites burocráticos para facilitar su crecimiento. A nivel normativo, ¿cuáles son, a su juicio, las necesidades más urgentes para que la economía del hidrógeno avance con paso firme? 

Hay que hacer un esfuerzo acelerado en unificar y armonizar tanto la normativa técnica aplicable, en particular en los aspectos de seguridad, como en los trámites necesarios para la legalización de los proyectos; en España ya se ha hecho un esfuerzo para simplificar y acelerar la tramitación de una instalación de energía solar, deberíamos incluir una planta de producción de hidrógeno verde en el mismo trámite acelerado, en lugar de tratarlo como una planta química industrial. 

El último informe del Clúster Andaluz del Hidrógeno, que analiza el clima empresarial del hidrógeno, señala un dato curioso: el cierre de proyectos es el principal desafío que acometen las empresas del sector, superando incluso a la financiación o la obtención de permisos. Como líder de una compañía pionera en proyectos de hidrógeno en España, ¿a qué atribuye esa dificultad para sacar adelante las iniciativas? ¿Qué alternativas de mejora hay para impulsar un ecosistema de producción de hidrógeno verde? 

Por una parte, las citadas dificultades de normativa y tramitación son una barrera importante, porque a los plazos necesarios para ello se suman a los plazos de entrega de los electrolizadores, todo ello en un contexto donde las subvenciones imponen ventanas de tiempo limitadas. Pero el principal reto es que el hidrógeno verde tenga compradores. Para solucionar el problema de la demanda, creo que es necesario que las administraciones contribuyan a reducir el diferencial de coste entre el hidrógeno verde y las alternativas (como en su día se hizo con las subvenciones a la energía solar) y/o que se prohíban o penalicen opciones alternativas más contaminantes. En otras palabras, si una empresa ha promovido un proyecto de producción de hidrógeno verde con el objetivo de venderlo para fabricar fertilizantes, o bien se subvenciona a la empresa de fertilizantes para compensar su sobrecoste sobre la opción fósil, o bien se penaliza con impuestos a las empresas que fabriquen (¡¡o importen!!) fertilizantes más contaminantes para que el coste del más contaminante sea al menos igual al del producido con hidrógeno verde. 

“HAY QUE HACER UN ESFUERZO ACELERADO EN UNIFICAR Y ARMONIZAR TANTO LA NORMATIVA TÉCNICA APLICABLE, EN PARTICULAR EN LOS ASPECTOS DE SEGURIDAD, COMO EN LOS TRÁMITES NECESARIOS PARA LA LEGALIZACIÓN DE LOS PROYECTOS ”

El Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, con una inversión de 3.000 millones de euros, se perfila como uno de los mayores proyectos de hidrógeno en España y Europa. Sin embargo, la viabilidad de estos megaproyectos depende en gran medida de la demanda industrial y de infraestructuras adecuadas para su distribución. ¿Cree que España y Andalucía, están preparadas para absorber esta producción a nivel interno o existe el riesgo de generar una sobrecapacidad en el mercado real? 

En proyectos como éste, centrados en un gran consumidor, no es probable ese problema. Las refinerías de Huelva y Cádiz tienen capacidad de aprovechar esa producción de hidrógeno verde, y lo que aporta el concepto de “valle de hidrógeno” es que hay un gran consumo base que viabiliza una gran instalación de producción de hidrógeno por electrolisis, con la ventaja de que se pueden generar excedentes que se deriven a otros nichos de consumo, por ejemplo a flotas de autobuses de hidrógeno en el transporte público que permitan reducir la contaminación de nuestras ciudades. 

¿Qué estrategias deben priorizarse ahora para garantizar que este tipo de inversiones se traduzcan en un crecimiento sostenible? 

En mi opinión, lo más importante es favorecer la tecnología nacional y la fabricación en España. Si nos limitamos a financiar para que los equipos, y quizá incluso las instalaciones “llave en mano”, queden en manos de empresas extranjeras… el empleo de calidad estará fuera, y una vez terminadas las instalaciones apenas quedará empleo en comparación con la primera opción. Así se está haciendo, por ejemplo, en China; ya lo lograron con los paneles solares, también con las baterías y con el coche eléctrico, y su apuesta por el hidrógeno en cuanto a apoyar a sus fabricantes de electrolizadores es clara. De hecho, Europa ya ha tomado las primeras medidas, limitando la importación de electrolizadores de China para defender a la cadena de valor europea.

Desde su experiencia, ¿qué modelos de negocio pueden hacer que el hidrógeno sea económicamente viable sin depender de subsidios públicos a largo plazo? 

Precisamente ahí está la clave, en el plazo. Para comprender hasta qué punto el sistema energético fósil está optimizado, comparemos lo que pagamos en un bar por una botella de agua mineral de un litro con el precio sin impuestos de un litro de gasolina (¡menos de un euro!). A pesar de ello, la energía solar fotovoltaica, que empezó igualmente muy cara, es hoy día rentable sin subvenciones. El hidrógeno a largo plazo será un negocio rentable. La dificultad está en la transición, porque la viabilidad económica de un proyecto de hidrógeno pasa de momento por decisiones de las administraciones, que por la vía de la subvención o de la obligación van a ir abriendo los primeros nichos de rentabilidad. Dependiendo de las prioridades de cada país, y en nuestro caso de Europa, se abrirán oportunidades en aplicaciones industriales (sustitución de hidrógeno fósil por hidrógeno verde) y en movilidad por el despliegue de vehículos de hidrógeno; en España no se está respaldando los suficiente esta segunda opción, que podría suponer una oportunidad industrial y una mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades.

El hidrógeno compite con tecnologías como la electrificación directa y las baterías en diferentes sectores. En su opinión, ¿en qué industrias el hidrógeno es realmente imprescindible y en cuáles podría no ser la mejor opción desde el punto de vista de eficiencia y costes? 

Mucha industria química se puede descarbonizar con hidrógeno verde y no con electricidad: amoniaco, fertilizantes, muchos procesos de refinerías…Donde pueda hacerse un uso directo de energía renovable a consumo, por ejemplo con fotovoltaica instalada en el techo de un edificio de oficinas que la utiliza para autoconsumo, esta opción es la mejor. 

En los casos en los que el almacenamiento es necesario, como criterio general las baterías tienen más sentido en plazos cortos (horas, algunos días) y el hidrógeno en plazos mayores. 

En movilidad, depende de la autonomía y tiempo de repostaje que se necesite; un vehículo de hidrógeno se reposta en unos minutos, por lo que ofrece las prestaciones de uno convencional. 

“ESPAÑA APROVECHARÍA MEJOR EL DINERO PÚBLICO SI RESPALDA, ADEMÁS DE ESTOS “GRANDES VALLES” EL DESARROLLO DE CIENTOS DE INSTALACIONES MÁS PEQUEÑAS, DE ENTRE 0,5 Y 5 MW” 

La formación y capacitación de profesionales es un gran talón de Aquiles en el sector energético, más si cabe aún en el del hidrógeno y su compañía ha optado por ofrecer formación especializada en este ámbito desde hace años. ¿Qué medidas deben tomarse para garantizar que el sector cuente con especialistas cualificados para abordar los retos del hidrógeno? 

Sí, hace falta formación, y en muchos niveles: universitarios por supuesto, pero también personal de formación profesional (FP). Hay muchas iniciativas, por ejemplo Ariema está colaborando en “formación de formadores” con profesores de FP. La formación de Ariema es bastante singular, no sólo porque llevamos más de 20 años 

formando en hidrógeno verde, sino sobre todo porque no tenemos “profesores profesionales”, sino que las clases las imparten los ingenieros, de Ariema y externos, que llevan muchos años trabajando en diseño de electrolizadores y en consultoría; nuestros alumnos son principalmente profesionales de empresas energéticas y de ingeniería. 

ARIEMA es la primera empresa española en fabricar electrolizadores con tecnología propia, un hito clave en la independencia tecnológica del país en hidrógeno renovable. Recientemente, la Junta de Andalucía ha reconocido su labor en el sector durante una visita a sus instalaciones en la UHU. ¿Qué impacto cree que tendrá la producción nacional de electrolizadores en la competitividad del país en este mercado emergente? ¿Qué retos deben superarse para consolidar esta ventaja tecnológica? 

Sí, estamos orgullosos de diseñar y fabricar electrolizadores desde 2009. Nuestro primer electrolizador de medio MW se presentó en las instalaciones de hidrógeno de la multinacional Deutz en Zafra hace unos días. Es justo agradecer el apoyo al IDAE y al CDTI, que han respaldado nuestra inversión en I+D con más de 20 M€ de presupuesto. Estoy seguro que estas instituciones estarán de acuerdo en que esta inversión de dinero público debe aprovecharse, porque la potencialidad de crear riqueza y empleo en España, en el sector del hidrógeno verde, está tremendamente vinculada con que el diseño y fabricación de los electrolizadores se realice en España. Subvencionar la producción de hidrógeno en base a comprar los equipos fuera, o incluso en que se diseñen fuera y se traigan los componentes para “ensamblar” en España, dejaría los empleos cualificados fuera. 

Las empresas españolas con tecnología propia necesitan apoyos “a lo que viene después de la I+D”. En países como China hay un apoyo tremendo a sus empresas para fabricar allí y exportar. Incluso en Europa, tenemos un competidor en Alemania que cuenta con una línea de crédito de hasta 200 M€ de fondos respaldados por su “Lander” y 

el Gobierno central alemán para financiar sus ventas. Tanto esos apoyos a las ventas como el apoyo público a la inversión en fábricas debería tener en España (y en nuestras Comunidades Autónomas) al menos igual apoyo que en los países con los que competimos. 

Por último, la reciente Alianza Española de Valles de Hidrógeno reúne a 16 iniciativas territoriales con objetivos compartidos, pero también con intereses y ritmos de desarrollo distintos. ¿Existe el riesgo de que esta colaboración se convierta en una competencia entre regiones para captar inversiones y proyectos? ¿Cómo cree que debe gestionarse esa coordinación para evitar que algunos valles queden rezagados mientras otros avanzan más rápido? 

La competencia es inevitable, pero no tiene por qué ser mala. Veamos la parte positiva. Cada Valle debe trabajar “con mentalidad empresarial” buscando potenciar los nichos de viabilidad económica del hidrógeno verde, optimizando el apoyo de dinero público que van a recibir. En lo que sí quisiera aprovechar para hacer una sugerencia, es que España aprovecharía mejor el dinero público si respalda, además de estos “grandes valles” con instalaciones de cientos de MW, el desarrollo de cientos de instalaciones más pequeñas, de entre 0,5 y 5 MW. La razón es que en las grandes instalaciones todos los equipos se traerán de fuera, incluso servicios e ingeniería o “llaves en mano”, mientras que en los proyectos de menor escala hay una mayor oportunidad para empresas españolas.

Entrevista realizada por Victoria Muñoz de Texla Renovables

 

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